domingo, 19 de mayo de 2013

TRES POEMAS DE ALMUTAMID


A MI CADENA

Cadena mía, ¿no sabes que me he entregado a ti?,
¿por qué, entonces, no te enterneces ni te apiadas?
Mi sangre fue tu bebida y ya te comiste mi carne.
No aprietes los huesos.
Mi hijo Abu Hasim, al verme rodeado de ti,
se aparta con el corazón lastimado.
Ten piedad de un niñito inocente que nunca temió
tener que venir a implorarte.
Ten piedad de sus hermanitas, parecidas a él y a
las que has hecho tragar veneno y coloquíntida.
Hay entre ellas algunas que ya se dan cuenta,
y temo que el llanto las ciegue.
Pero las demás aún no comprenden nada y no
abren la boca sino para mamar. 

AMOR ONÍRICO

Te he visto en sueños en mi lecho
y era como si tu brazo mullido fuese mi almohada,
era como si me abrazases y sintieses
el amor y el desvelo que yo siento,
es como si te besase los labios, la nuca,
las mejillas, y lograse mi deseo.
¡Por tu amor!, si no me visitase tu imagen
en sueños, a intervalos, no dormiría más.

VEN, VUELVE A OCUPAR TU PUESTO A MI LADO
 (a Ibn Ammar)

Ven, vuelve a ocupar tu puesto a mi lado.
Ven sin temer nada, porque te esperan bondades, no reproches.
Convéncete de que te amo demasiado para poder afligirte;
nada, bien lo sabes, me agrada tanto como verte contento y alegre..
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario